A fines de la década de los 80´s en el siglo XX se consolida la quiebra de la emblemática Fundidora de Hierro y Acero de Monterrey; por decreto presidencial se convierte en el principal pulmón de la metrópoli Regia.
En la imagen observamos un crisol, recipiente que en los tiempos de la fundición transportaba hierro líquido incandescente. Actualmente en el paseo Santa Lucía es una fuente de agua que embellece el paisaje y recuerda los tiempos en que la Fundidora era epicentro de la economía nuevoleonesa.
Esta imagen es parte de la Historia Presente que habremos de heredar para los historiadores del futuro.
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