Acceso al Internet en México

El Inegi presentó los resultados más recientes de su encuesta sobre el acceso y uso de la población al Internet, el optimismo o pesimismo de los resultados dependen de cómo se vean, 65% de los mexicanos tenemos acceso a la súper carretera.

En el país somos 74.3 millones de usuarios de los más de 120 millones de habitantes, lo que deja casi a 50 millones fuera de la comunicación virtual. Del mismo modo, hay 18 millones de hogares con acceso a una conexión y otra cantidad similar sin conexión.

El tema cobra relevancia porque quienes vivimos en ciudades como Monterrey, asumimos que el país debe competir con las naciones europeas y de América del norte en educación, tecnología, productividad, desarrollo profesional; pero, si no se tiene el insumo básico para lograrlo que es el Internet, todo queda en simples discursos.

Sin ir lejos, en Santiago, Nuevo León, a 30 kilómetros de la megalópolis, hay zonas habitadas sin accesibilidad a Internet fijo. Esto refleja el atraso de conectividad en que se ubica al país.

Las empresas de telefonía celular han encontrado un nicho en esta falta de cobertura en los servicios del Internet, hoy ofertan una modalidad de modem y conexión inalámbrica a sus servidores, gran solución para quien requiere conectividad, pero el servicio es caro y deficiente. 

Esta modalidad es un prepago con acceso restringido, en la medida que se consume va disminuyendo la calidad de la velocidad, además que no es útil para accesos tipo FTP o para usos recreativos con videojuegos o películas, pues se agota rápidamente el saldo contratado.

Además de inaccesible por falta de infraestructura, el acceso a la nube es imposible para muchas familias ante el costo elevado que representa, cubrir un recibo de $300 o $400 pesos mensuales, equivale al 10% del salario mínimo, se vuelve un gasto suntuoso en miles de hogares.

Ubiquemos en el contexto educativo la conectividad. Encontramos que no puede haber un solo programa educativo nacional ni las propuestas didácticas únicas basadas en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). La razón es simple, las comunidades rurales carecen de conectividad. 

Según Inegi, el 73.1% de los habitantes urbanos tienen forma de ingresar a la nube, pero en las zonas rurales, esta conectividad desciende al 40.6% de la población. 

Cómo pedir al docente, al padre de familia o al alumno que investigue en Internet para ofertar mejores servicios educativos, si no pueden conectarse a la red.

El Internet debe ser la puerta para integrar al país a las sociedades del conocimiento, pero resulta ser una puerta sin cerrojo, en donde la principal fuente de ingreso a la nube es mediante los equipos de telefonía celular, es decir, el 83.8% de los usuarios que recorren la nube. Esto implica que el uso del Internet no es para fines académicos preferentemente, sino para recreativos.

El acceso al Internet es una debilidad de la sociedad, un espacio donde las políticas públicas deben encaminarse a reforzar el uso de este derecho humano.

Lejos de avanzar, en México retrocedimos en accesibilidad, en 2010 nos ubicamos entre los 10 primeros países con conexión, hoy, según los datos del Inegi, ocupamos el sitio 13, por debajo de Brasil en Latinoamérica.

El uso del Internet debe integrarse como una competencia transversal de los ejes del gobierno de la 4T; es oportuno el señalamiento ahora que está en construcción el Plan Nacional de Desarrollo (PND).

Debe convertirse en la puerta que cultive e informe a los mexicanos, cambiar la gráfica actual donde el entretenimiento es el principal uso del Internet y favorecer su uso para el fortalecimiento del conocimiento, la lectura de medios informativos, la comunicación ágil e interactiva con el gobierno y reforzar la educación con calidad de nuestros menores.

La nube y su pluralidad de información deben servir para más que denuncias anónimas, y enriquecer el pensamiento crítico, reflexivo y transformador que conlleva una educación de primer mundo.

La propuesta de AMLO en el PND adolece de iniciativas en políticas públicas relativas al uso informativo, comunicativo y educativo de las TIC como herramienta de una sociedad la cual presume codearse con el primer mundo. Aún tienen tiempo para su inclusión.