Quienes aspiran a la gubernatura de Nuevo León deben estar preparando la estrategia con su consultor en jefe y su equipo de campaña más cercano, luego de ahí pasar al resto del equipo las definiciones en materia de promoción, electoral y comunicativa.
No hay una estrategia única ni puede ser la misma para cada partido y/o candidato, debe ser la adecuada a cada caso.
Actualmente hay tres partidos ganadores; al poner nombres sube a cuatro el número de contendientes potenciales.
Hemos insistido que la contienda luce dispareja, pues mientras Morena y Clara Luz concentran los votos de quienes simpatizan con la 4T y la izquierda, los votos del centro y derecha se reparten entre las opciones restantes: PAN, PRI-PRD y MC.
En lo que pueden coincidir todos es en que requieren fórmulas de planillas que sumen votos al proyecto, candidatos a alcaldes y diputados federales o locales con arraigo, prestigio y liderazgo, entre otras cualidades.
Aunque se dice fácil, sumar fórmulas ganadoras es el paso más difícil para los aspirantes a la gubernatura, es la etapa del quiebre y divisionismo interno, donde una mala decisión le restará votos para junio de 2021.
Morena tiene base fuerte en municipios como Apodaca, Santa Catarina, García, Pesquería, Juárez, Escobedo, Santiago y en sectores focalizados de otros municipios conurbados.
El PRI tiene fortalezas en Monterrey, Guadalupe, Juárez, Santiago y Apodaca, también con sectores focalizados en otros municipios.
El PAN tiene fortalezas en Monterrey, Guadalupe, San Nicolás, San Pedro y Santa Catarina, con un amplio número de votantes dispersos en otros municipios.
MC tiene su base distribuida en la zona metropolitana entre sectores jóvenes y medios.
Dirá usted, lector: ¿cómo es posible que muchos tengan fortalezas en los mismos municipios? La respuesta es que en ningún lado el 100% de los votos son para un mismo candidato y que los perfiles poblacionales determinan en mucho las preferencias electorales de la geopolítica en los municipios.
Cómo saber que el PAN y el PRI tienen fortaleza en Monterrey y Guadalupe, basta ver las estadísticas para entender que estos municipios siempre tienen elección reñida entre ambos partidos, ejemplo, el PAN gana las diputaciones locales en Monterrey y el PRI la alcaldía.
Por supuesto que la 4T penetró mucho en las pasadas elecciones en Monterrey y es una fuerza que puede repetir en 2021.
Así podríamos ejemplificar otros municipios y distritos, lo relevante en esta columna es destacar los perfiles de quienes sumarán o restarán votos al líder de la contienda quien es la o el candidat@ a gobernador.
En Morena aún no perfilan la candidatura a Monterrey, Rafael Zarazúa se apuntó en la gubernatura, pero igual es un buen prospecto a Monterrey.
En el PRI Francisco Cienfuegos ha picado piedra y tiene cualidades para aportar, además que va de la mano con Adrián de la Garza.
En el PAN sabremos luego del maremoto interno.
En MC Luis Donaldo es fuerte por el prestigio que aporta el nombre; sin embargo, la enemistad con Samuel García y la descobijada respecto a su residencia son lastre en su proyecto.
Este ejercicio realizado en todos los municipios metropolitanos abona para definir la estrategia general de campaña.
Ganar la gubernatura no es un trabajo solitario, se requiere una fórmula ganadora donde los candidatos municipales y distritales hagan tarea por la candidatura líder y eso sólo se logra con unidad y un buen trabajo de cabildeo y cicatrización.
¿Podrán llegar a enero las y los candidatos a la gubernatura con fortalezas en sus planillas?
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