Felicidades Nuevo León

Nuevo León cumple 440 años de su creación como territorio. Para las algunos pasa desapercibida la efeméride, pero el 31 de mayo de 1579, el rey Felipe II, firmó la capitulación en la que se constituye el territorio denominado Nuevo Reino de León y en el cual nombra como su primer gobernador a Luis Carvajal y de la Cueva.

Para entonces era tierra ocupada por poblaciones indígenas, grupos que pocos vestigios culturales de civilización nos legaron.

Carvajal llamó Nuevo Reino de León al territorio solicitado al rey, según escribe Carlos González en su investigación. El portugués criptojudío pretendía crear un reino diferente, de mayor tamaño y relevancia al de la Nueva España en ese momento.

El joven conquistador viajó de las islas Canarias hasta el nuevo mundo y se arraigó en Tampico, entonces ubicado en el actual estado de Veracruz.

Fue comisionado a encontrar una ruta segura para trasladar los minerales desde Mazapil, hoy municipio de Zacatecas, hasta Tampico. En esa travesía, señala Samuel Temkin, otro estudioso del personaje: Carvajal viaja hacia el norte y llega al actual Saltillo donde encuentra el abra que lo conduciría al valle hoy llamado Monterrey.

La capitulación firmada por el rey en mayo de 1579, fue por merecimientos en las tareas de pacificación, exploración y descubrimiento de territorios hechos en favor de la corona, así como por el combate a los piratas.

Hay la hipótesis de que Carvajal, en su infancia, convivió con Felipe II en la casa del conde de Benavente, donde se crió desde los ocho años de edad y hasta la adolescencia.

Carvajal, como muchos de su época, fue conquistador, trotamundos y esclavista, pero eso sí, un visionario con dotes de estadista y empresario.

El Nuevo Reino de León otorgado al portugués acreditado como español de noble prole era por mucho, mayor al actual Nuevo León, alcanzaba territorios de Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Nuevo México y Texas. 

Según la capitulación, el territorio que comprendió el Nuevo Reino de León en lo otorgado por el rey, fueron 200 leguas por cada lado. Habría llegado desde Tampico al actual Mazapil y hasta el sur de Dallas Texas al norte; al poniente hasta Roads Fork, Nuevo México.

Con todo ese territorio por conquistar, sus primeros asentamientos y fundaciones se dieron en el actual Nuevo León.

El 10 de diciembre de 1581 funda la villa de la Cueva de León junto a las minas de San Gregorio en alguna zona de lo que es la actual sierra de Picachos, entonces llamada sierra de los Remedios –buscaba plata, ya desde entonces los gambusinos le pusieron el ojo para depredarla. 

Entre marzo y mayo de 1582 ordena a Gaspar Castaño de Sosa fundar la villa de San Luis, hoy Monterrey, la primera fundación de la ciudad para los investigadores.

A manera de inferencia, los nombres de las villas fundadas responden a su engrandecimiento: «Cueva de León», y «San Luis», en ambas, corresponde a su nombre: Luis Carvajal y de la Cueva, aunque otros historiadores mantienen hipótesis diferentes sobre el motivo para nombrar las fundaciones.

Político, empresario y emprendedor, pisó muchos callos a la clase poderosa de su época, tuvo litigios por delimitación de propiedades, por negocios con la venta de esclavos, con el virrey por el poder político que adquiría en su gubernatura.

La ambición por la plata y otros negocios, así como no saber dimensionar el poder de sus rivales políticos, lo llevaron a su muerte.

Enjuiciado por la inquisición, acusado de judaizante, fue víctima de la intriga política y las disputas por la riqueza, nada diferente a muchos casos de nuestro tiempo.

Como en todo, los ganadores intentaron borrar su legado; le inventaron delitos, entre ellos, el de practicar el judaísmo, pues no pudieron ganarle en los terrenos político y jurídico. Le hicieron un complot al que se sumó el virrey.

Su visión lo llevó a apostar por una tierra desconocida que a la postre sería el estado más pujante del noreste mexicano.

Gracias a la capacidad de Carvajal para negociar con el rey y a su emprendedurismo hoy llegamos a los primero 440 años del Nuevo Reino de León, el cual en 1824 quedó sólo como Nuevo León.