Memorándum polémico

El memorándum que firmó a sus empleados el presidente López Obrador es sólo eso, un documento interno del poder ejecutivo, se politiza gracias a la habilidad del pejesidente para colocar en la agenda de medios sus temas.

Hizo más ruido el video donde afirma que instruye a sus secretarios a acatar el comunicado interno que el texto mismo del documento.

Utilicemos la hermenéutica para el análisis del polémico escrito presidencial.

Según Ferraris (2000), en La Hermenéutica, el análisis hermenéutico se da cuando la interpretación y comprensión de las palabras van más allá de los mensajes explícitos que conllevan en el discurso; es decir, cuando se interpreta el mensaje y las implicaciones del metalenguaje.

Se da a conocer en un video en el despacho presidencial, sobre el escritorio una foto de Juárez. Se firma el penúltimo día de trabajo del pejesidente, quien anuncia se tomará desde el jueves a domingo unas vacaciones. No es algo improvisado, se ambienta adecuadamente.

Un documento como decenas que dirige a sus colaboradores y dónde se dan diversas instrucciones, pero se hizo público. El interés no es que lo acaten los destinatarios, eso está sobreentendido, en el discurso oculto, la finalidad es generar polémica, incluso, responsabilizar a la CNTE y a la oposición a Morena por no cambiar la reforma educativa de Peña; se vacuna de las críticas, pues él agota todas las posibilidades. 

El fin del memorándum no es su cumplimiento, sino exhibir a los opositores políticos al Presidente y su visión de Estado, de paso, reforzar la percepción de que él es el bueno y los malos, quienes no quieren a los maestros, son la CNTE y los partidos PRI y PAN.

Vamos a las instrucciones: el inciso a), es declaratorio, no implica instrucción alguna, yo cuestionaría el conocimiento de lo que es un memorándum, pues es un documento breve para instrucciones o avisos precisos, en el inciso a), esto no se cumple por lo que algún experto en redacción de textos podría abundar en el mal uso de este recurso de oficinas, pero creo es lo menos relevante.

En el inciso b), informa que «quedan sin efecto todas las medidas en que se haya traducido la aplicación de la llamada reforma educativa». ¿Queeé dijooo?

Ésta no es una instrucción operativa, al decir todas las medidas, implica dejar de aplicar los planes y programas de estudio, los libros de texto y cientos de cosas más que involucran un ciclo escolar. Debemos sobreentender que se refiere a los alcances laborales contra los docentes por las acciones punitivas de los exámenes a los profes y el acoso laboral contra éstos.

Sobre esto, ya se había anunciado al inicio del sexenio por parte de Esteban Moctezuma quedarían sin efecto, incluso el INNE cambia de funciones. Así que este apartado tampoco dice nada que coloque a los funcionarios en actos ilegales, pues es imposible hacer lo que ahí se pide, sería tanto como cerrar las escuelas.

Sin embargo, éste es el punto más polémico, pues lo ambiguo de la redacción abre la puerta a la especulación, a las conspiraciones e incluso, a pensar que se pretende situar al país en un régimen de excepción, eso sí sería grave, pero, es una redacción tipo Chimoltrufia: a como digo una cosa, digo la otra.

El inciso c), es una obligación del gobierno, hacer lo contrario es sancionable, tampoco hay nada contra el Estado de Derecho, la vigencia constitucional, la educación, los profes o alguien más; es una orden de esas que están en el manual de funciones de los servidores públicos del área.

Sobre el inciso d), nada que no sea procedimental, Segob hará todo lo que sea necesario, incluso desistirse de las denuncias y acusaciones, nada fuera de facultades.

Luego la despedida, propia de una redacción del tipo, perooo, no se dirige a los remitentes del memorándum, lo hace a los maestros y corrientes políticas a mantener un diálogo permanente.

El memorándum fue un documento político, reprobado en redacción de textos y altamente valioso para el estudio de las estrategias en la comunicación política. No invalida poderes soberanos y finalmente, diciendo mucho no dice nada. Una buena táctica distractora.